El enfriamiento por aire forzado utiliza ventiladores para extraer el aire frío a través de los paquetes y pallet de productos. Debido a que el aire frío en realidad es forzado alrededor de la habitación y en el centro de los pallets, este método de enfriamiento suele ser de 75% a 90% más rápido que el enfriamiento de la habitación. El enfriamiento de aire forzado se considera efectivo porque:
- Reduce el tiempo que el producto permanece a temperaturas más cálidas, lo que disminuye el deterioro del producto.
- Es energéticamente mas eficiente debido a sus tiempos de enfriamiento mucho más cortos.
- Es particularmente más eficiente cuando se trata de enfriar grandes volúmenes de productos.
- Enfría los productos sin agregar humedad ni requerir un manejo excesivo del producto.
En el enfriamiento con aire forzado puede ser usado efectivamente en la mayoría de los productos empacados y consiste en la adición de unos ventiladores o turbinas al cuarto frío, para incrementar la velocidad de enfriamiento, haciendo circular aire por los productos, con lo que el método es más rápido en un 75 a 90% que el cuarto frío solo. Cuando se adicionan estos ventiladores a un cuarto frío ya construido, es necesario incrementar el tamaño de la unidad de refrigeración, para “acomodar” la carga inicial de calor. Es de gran utilidad equipar a los ventiladores con termostatos, que los apaguen antes de que se llegue a una temperatura que deseque el producto, logrando reducir los consumos de energía y las pérdidas de agua del producto. Se recomienda la aplicación de este método en productos como frijoles, bayas, brócoli, col de Bruselas, melón, coliflor, apio, pepino, uvas, setas, guisantes, cebollas, rábano y tomates. El enfriamiento con aire forzado puede ser muy eficiente y es una manera efectiva de incrementar la velocidad de remoción de calor del cuarto frío.
Sea cual sea la técnica que elija, lo más importante es determinar cuál es el mecanismo ideal para el producto y ubicar los límites de tiempo y costo; sobre todo, saber cual es el mecanismo óptimo con el propósito de tener un producto de calidad.
